20 de diciembre de 2007

el veladorero.

Para comenzar con las mil y unas historias patéticas que se me ocurren, quisiera disculparme por esta en especial. Es algo que no vino de mi mente sino que de la de un animal pequeño que habita sobre mi velador, su nombre es teodora y es una arañita de esas peludas y chiquitas que les llaman "pollito" para hacer menor el miedo a ellas. Este ultimo tiempo he tenido repetidos viajes inoportunos a memorias de objetos y cosas poco usuales, pero nunca pensé que llegaría a tan compleja imaginación. Mis disculpas de antemano por el egocentrismo.

Do, sol, lam, sol, fa, do sol, lam, sol, re. creo que lo entiendo. ¿luego como? ... ¡ah! fa, sol, do, do/si, lam, sol, fa, fa, sol, do, do/si, lam, re, mantengo. Bien, creo que aprendo. Este tipo es bastante aplicado pero ayer lo ví holgazaneando por lo que no avanzó nada. Debo reconocer después de todo que he aprendido mucho y me ha relajado cuando me siento nerviosa. Es gracioso pensar como me agrada el tipo que más odio. Contemos, creo que ya va un año encerrada saliendo una vez a las mil a otro encierro. me mojan de vez en cuando, no me limpian, y me golpean por las paredes para que despierte, ¿que se creen que soy? ¿un juguete que está disponible cuando se les antoja y da la gana?, me enfada. El calor de la tarde me deja sin escapatoria y no me dan las fuerzas ni siquiera para poder alborotarme, lo único que me queda por hacer es postrarme bajo la corteza al borde de la única sombra que me queda dentro del reducido espacio. Pero por otra parte me agrada, si es el precio que debo pagar por vivir así, lo pagaré hasta como a de lugar. No me he dado el trabajo de buscar comida durante todo el año, no he invernado, no tengo que buscar hogar porque ya lo tengo. Le haría un redecoración pero sería inútil, me lo desarmaría cuando quieran. Haría un limpieza general a este montón de escombros, principalmente sacar la innumerable cantidad de cadáveres presentes por todos lados, dan risa. El otro día lo vi llegar amargado y se sentó frente a la máquina alimentadora de diversiones (así le he llamado, después de un largo período viviendo sobre un velador vas nombrando todo lo nuevo que ves) y lo veía digitar en una especie de caja con botones (todos juntos, uno al lado del otro) y frente a un rectángulo con aspecto a camaleón, cambiaba de colores cada 5 minutos y aveces mucho menos. Pude sentir el miedo, lo huelo. Pero al cabo de una media hora lo by tranquilo y contento consigo mismo, y desde aquel día no ha parado de hacer lo mismo una y otra vez, se sentaba, registraba y se quedaba plasmado por 5 minutos mirando al camaleón (al parecer revisaba o buscaba detalles en él) y luego se iba. Cada vez que lo hacía con más frecuencia me comenzó a llamar la atención y pensaba: "este tipo es bastante interesante" me dije. Llevaba muchos días inquietándome hasta que un día me tomó y me recostó junto a él, entonces fue en aquel instante cuando pude olerlo bien de cerca, y no olía a miedo (toda mi corta vida alojando en este lugar sentía su olor a miedo, siempre pensé que era miedo, miedo), ahora me daba miedo a mí, por lo que quise volver rápidamente a mi cama. Me recosté y tejí. La verdad es que no acostumbro a temer, no es de mi naturaleza, pero se veía tan distinto. Le tejí una chaleca púrpura para que no me olvidara pero fue totalmente inútil. El tipo se veía cambiado como si le hubiesen desformado la cara pero no quise preguntarle nada, solo esperé a que me deleitara con su música nuevamente. re, fa#m sim, la ....

2 comentarios:

Tanya dijo...

a mi aun me da miedo la teo no se creo qe ella me tiene mala tal vez me qiera comer :O pero soi mui grande muahaha(6)te qero muchooo i mandale un fro fro a la teodora:B

*Abril* dijo...

No me gustan las arañas.

No cacho de música.

Pero me gustó el relato. No creo que sea egocéntrico. Simplemente es bueno.

cya!
Cata_lina